Todas las personas, desde que empezamos a tener un poco de razón común, queremos ser mas mayores. Cuando solo somos un niños, nos quejamos de que no nos dejan hacer lo que queremos, y queremos ser mayores para irnos de casa y no recoger el cuarto, ni poner la mesa, por que decimos que seremos ricos y tendremos a alguien que nos lo haga. Cuando somos adolescentes lo único que queremos es salir con los amigos, encontrar novio o novia y no queremos estudiar, nos quejamos cuando nuestros padres nos mandan a recoger el cuarto y la cocina por ejemplo después del durísimo trabajo de estar sentado leyendo el libro de naturales o haciendo ejercicios de mates, incluso algunos depués de hacer como que estudiaba o hacia los deberes pero en realidad estaba chateando o jugando con el móvil. Y ahora ¡ya por fin somos libres!: hemos acabado los estudios, tenemos una carrera o no, tenemos que encontrar un trabajo para pagar el alquiler del apartamento que compartes con tu mejor amiga o amigo, ya no tenemos a la pesada de nuestra madre detrás para decirnos lo que tenemos que hacer. Pero tampoco para hacernos la comida, lavarnos la ropa, darnos dinero para ir de compras, comprar un videojuego( en el caso de los chicos), limpiar la casa...
Y entonces nos ponemos a mirar atrás,y ves lo feliz que eras cuando tan solo tenias que hacer los deberes, memorizar cosas que te servirían el día de mañana para la vida, recoger tu cuarto y poco mas. O cuando tu máxima preocupación era que ese chico que te gustaba te mirase o que esa chica que te volvía loco no se diera cuneta de ello o jugar con la consola. Después de esto piensas: ¡Yo quiero ser joven para siempre!